El pelotero ya
quedó atrás. ¿Pijamas party? No, todo menos eso. Y mejor ni toquemos el tema
del salón y las fiestas temáticas de princesas. Las niñas ya no quieren
descontrol, desvelarse y divertirse; eso se quedo en la década pasada. Los
tiempos han cambiado y parece que el estrés es algo que se sufre desde la más
tierna edad. Lo cierto es que la relajación vive su momento de auge entre las
más pequeñas.
Desde hace un
par de años los “spa party” han ganado terreno en la elección de las chicas
para festejar sus cumpleaños. Esta nueva moda surgió en los Estados Unidos,
pero ya es un éxito en la
Argentina y ya son varias y en distintos lugares del país
donde se ofrecen este servicio.
En los spa party
abundan: batas de distintos colores, pantuflas, cremas faciales, masajes,
manicure y hasta pepinos en los ojos. Parece una locura, pero no. Las niñas
argentinas, entre 5 y 14 años, dicen basta del ritmo escolar y deciden darse un
día de relajación y exfoliación junto a sus amigas para celebrar un año más de
vida. Eso si, como toda nueva moda y cuestión estética, esta opción no es de
las más económicas. Los precios de un paquete básico de spa, en un salón o en
la casa de la homenajeada, para 20 nenas van de 1500 a 3000 mil pesos.
Laura Ferrari
trabajaba en una organizadora de eventos, hasta que decidió organizar GlamKids, su propio emprendimiento, donde hacen foco en este novedoso tipo de
festejo. “A las nenas les encanta ser mimadas y al mismo tiempo poder
producirse como una princesa. Por eso, el spa para nenas, donde se pueden
vestir con batas, vinchas y pantuflas, recibir masajes, maquillarse y peinarse,
les permite sentirse más especiales y bellas”, asegura Ferrari.

Daniela Staricco
y Graciela Sosa son dos amigas, que a partir de sus intereses parecidos en el
arte y la decoración, crearon Perfect Party, con el fin de organizar eventos y
festejos de cumpleaños. Staricco asegura que el spa party no solo genera un
momento de distensión y diversión para las niñas, sino que también las ha
ayudado a que se sientan más seguras de ellas mismas, en una época donde la
estética y bullyng parecen ir de la mano. “Las nenas adoran verse lindas
y ser tratadas como reinas. Nosotras tratamos de resaltar las cualidades de
cada una. Parece mentira, pero detectamos problemas de autoestima e inseguridad
desde esas edades tan tempranas. Nosotras las hacemos sentir especiales y
lindas”, afirma Staricco.
Lo cierto es que
el spa party llegó para quedarse. Las formas tradicionales de festejo ya no
logran atraer a una generación de niñas desbordada de tecnología y cada vez más
inmersa en el mundo de los adultos; a tal punto que inclusive ahora prefieren
en sus cumpleaños relajarse y dejar atrás el estrés cotidiano.
Por Julián Perretta
Por Julián Perretta
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